martes, 1 de octubre de 2019

Oda al Amor Sincero


Poder amar a alguien es la mejor tragedia que le ha pasado al ser humano. Es que no hay mejor miedo, temor más intenso y sincero, que el amar a otra persona sin reparo, sin condiciones. Confiar en que la caída será eterna, y que nunca aterrizaremos sobre la plancha de concreto que nos espera al final del camino. Y es que ponerse a querer a alguien es una hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera absoluta. Una capacidad de estupidizarse absolutamente y ver cada defecto de la contraparte a través de un caleidoscopio lleno de hermosos colores. Hay que adorar a la pareja, verla como única, inigualable, conocer cada uno de sus defectos, encontrarlos la cosa más increíble y maravillarse día a día de que tal conjunción de características descalificativas pueda encontrarse escondida en tan precioso envase.

No solo eso, también hay que ser disciplinado, persistente, hasta testarudo. Ver como esa persona cambia, como se aleja a un momento y se acerca al otro, como un día te ama y al otro te odia, sin mayores explicaciones. Para amar perdidamente hay que ser un descerebrado, un emotivo manojo de cariño y amabilidad, un concepto etéreo de que la vida junto a esta persona en específico, solo ella, solo él, solo ellos pueden hacer que los azules de mis días más tristes se conviertan en cálidas noches de lluvia, que los grises sean un paseo por el lago, los amarillos un atardecer tranquilo por la arena. Es la capacidad de hacernos esperar por el domingo tanto como por el viernes, y abrazar los lunes con cariño, por que sabes que significa que habrán otros siete días que compartirán de manera única e irrepetible. Amar es depositar la singularidad propia de la persona, los miedos, temores, inseguridades y cuestionamientos, sentir como son abrazados por el otro y recibidos de forma calma y comprensiva. Amar es poder hacer lo mismo por el otro, escuchar sin pensar en que responder, ser uno mismo, querer como el corazón dicta. Estilo libre, sin reglas, sin pensar en los demás.

Amar es sentirte tonto al tratar de expresar todo lo que sientes a la otra persona, es que las palabras se te pierdan en la lengua, no saber dónde mirar mientras tartamudeas, por que jamás habías sentido esto por nadie y no tienes muy claro cómo explicarlo tampoco. Amar es propio del hombre, un acto tan puro, tan blanco, que solo una gota de tinta es capaz de teñirlo todo color sangre. El amor es mostrar tus heridas y dejar que el otro las toque, es tomar riesgos, dar un paso hacia adelante y entender que lo natural es caer de bruces, y que el ser agarrados mientras se pende del aire es la excepción, es la sorpresa, el momento culmine de la emoción humana.

Amar es lo más lindo que podemos darnos el uno al otro. Procuremos no decir esta palabra a la ligera, por favor. No puedes decir un “te amo” y seguirlo con un “pero”. Cuando uno pregunta “¿Cómo va el amor?” La respuesta siempre viene en bajada, rodeada de peros, historias de desengaño, fracasos o hasta traiciones. Malditas, rencorosas traiciones que se amarran a los tobillos como grilletes que a veces se dejan de sentir, pero que siempre estarán Oda al Amor Sincero de estupidizrguenza,letes que a veces se dejan de sentir, pero que siempre esteallí. Dejemos de hablar del amor como ese concepto corrupto que le antagoniza. Amemos todo lo que podamos, hagámoslo enserio, de verdad, profundamente, sin vergüenza, hagámoslo como niños, sin calcular riesgos ni medir consecuencias. Amemos como si el mañana fuese solo un rumor a voces, por que al final, cuando abras tu billetera y veas que todo tu dinero se ha esfumado, es esa foto suya la que te dará una sonrisa. Amar es el mayor miedo que la vida nos puede otorgar, y el placer más grande que podemos compartir.

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