jueves, 7 de noviembre de 2019

Rimas Contemporáneas


Un eco
Que desaparece a intervalos
El llano seco
Lleno de piedras y palos

En un escenario obscurecido
Pantallas quemadas por la tenue luz
El papel enardecido
Lágrimas de sauz

Dos rehenes del capricho
Sombras coqueteando con la escenografía
Mantienen tibio este nicho
Corazones que fosforecían

Una catadora de sueños
Un pescador de instantes
Libertad sin dueños
Auroras incesantes

Solo es cuestión de lugar y de momento
Pues todo tiene un comienzo y un final
Otoño se lo lleva el viento
Bajo el peso del beso fluvial

Hasta aquí una canción me trajo
Buscando oxígeno, encontré un sentido
Oyendo el repetido tono a destajo
Descubrí el vacío bajo, perdido

Llego la primavera
El tiempo y su cintura
Junto a la flor primera
De cabeza, su locura

La brisa en la enredadera
El murmullo silente del mar
La pradera verdadera
Sincera forma de amar

Cuidemos la oportunidad de quedarnos callados
Así, cada silencio será un alba
Quietos, sentados, agazapados,
Atentos al fuego de la salva

Se derriten los glaciares
Celebremos la belleza que se aleja
Al sonar de los pulsares
Lugares entre ceja y ceja

Blanca la luz que ennegrece el horizonte
Ilumina el camino y esconde el follaje
Divino paraje

Silenciosas gentes que viven del monte
Al unísono actúan elaborado montaje
Ser salvaje

Un gobierno tiránico olvida el sentido
El abuso histérico inunda las calles
No falles

Un grito en la garganta, jamás perdido
Ninguna amenaza hará que calles
Caerán dalles

Ya nunca perenne, naturaleza muerta
Viviremos tu falta y arrebato
Verde asesinato

La vida se apaga tenue, se mece yerta
Necesitamos un cambio inmediato
Desidia delato

Y entre las cenizas del bosque nativo renacerá altivo, con brío y vehemencia la conciencia de preservar la esencia de lo natural y cuidar el futuro, un cambio cultural.

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