jueves, 9 de febrero de 2023

Balanza

Una maravilla lo que hacen las personas. Sin siquiera darme cuenta me vuelve una ansiedad aterradora, solo de pensar, y sobrepensar, los haberes del pudiesen, las locuras del hubiesen, los miedos del teniesen. Una maravilla lo que hacen las personas, terrorífico e increíble al mismo tiempo. Que fácil es impactar entre ceja y ceja, perforando sien, encéfalo y toda la materia gris, si es que a estas alturas alguna queda.


Y si, estamos más maduros también, no podemos actuar bajo impulsos del momento, arranques del corazón ni labios apresurados. A veces, sería más fácil que pudiésemos hacerlo. Cuantas ganas tuve, no sabría explicarlo. Pero finalmente no queda nada más que una cabeza tranquila ordenando el hilar extravagante de un corazón obsesionado con la tormenta, un sentir condicionado para hacer un truco cada vez que escucha un silencio. Una cabeza que parece inflarse de ideas, y desinflarse con recuerdos.


Y bueno, que entre toda la mercancía que arrastra la vida, en algún momento corresponde pesarla en la balanza. El pasado y el futuro a un lado, al otro el presente. Me sorprendí a mi mismo cuando ganó el presente. Todo esto de manera inconciente, espontánea, instantánea, irrefutablemente instintiva. Dicen que adentro de uno siguen las costumbres primitivas, las que nos llevan a decidir si pelear o huir. 


Contra todo pronóstico, o antecedente, e incluso contra una parte de mi que tal vez nunca se calle, decidí volver la espalda a esa incertidumbre tan conocida, y correr hacia la certeza proyectable, hacia lo que está, lo que es. Lo que, a fin de cuentas, de verdad quiero. 


El tiempo es sabio. Y un tremendo hijo de puta. Seguro que, si cuando el último grano de arena se suicide en el abismo del reloj, mi decisión no fue la correcta, o la que mi corazón quería, lo recordaré por siempre. En la próxima vida, y tal vez la siguiente. Por hoy me hayo tranquilo. Escribir todo esto cansa la cabeza, y me despeja la duda que durante un segundo tuve. El corazón, finalmente, es lo único que pesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario